La llave de la jaula
siempre había sido un metálico
y diminuto pronombre yo.
Con el tiempo lo aprendí
y me fuí.
Más tarde supe
que la jaula
nunca había sido una realidad.
Y aún aprendí más
cuando supe que no había ningún verbo
que yo pudiera conjugar.
Consuelo
Mayo 2013
Una de las cosas que más me gusta de esta vida, es que siempre estamos aprendiendo, y a veces cambiamos de opinión en cosas que antes creíamos que eran inamovibles.
ResponderEliminarEs la relatividad de las cosas. Todo se ve según el prisma con el que miramos. Y en eso el tiempo y nuestras vivencias tienen mucho que ver.
Precioso poema.
Un besico.