Ah! de vosotros,
frágiles mortales
escucho vuestras voces
y me duelen vuestros lamentos...
Decís que no me entendéis,
que queréis saber mi historia ...
Sabed que no importa
si algún día fui mortal
si alguno fui diosa ...
Sabed sólo que un día
amé y me amó la luz de la luna.
No me pidáis ahora
que yo ame su pálido reflejo
en la quietud de la laguna.
Consuelo
Mayo 2013
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