He dejado de buscarte
Palabra Prometida
en libros vulgares
que acumulan polvo
en viejas estanterías.
Ahora únicamente abro
una y otra vez
este libro tan extraño
donde se relata mi vida.
Éste que escribo
y se reescribe
con letras escondidas
para compensar mis desvaríos.
Algún día en la tierra
más virgen y remota
donde late mi corazón
brotará un loto azul
y sobre él la luna
y sobre ella tú
Palabra Prometida.
Y ascenderás como néctar
para refrescar mi garganta
y enseñarme el lugar donde se esconde
el Bosque sin Palabras.
Consuelo
Mayo 2013
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