Que triste el silencio
desde que tu no estás,
desde que tu te has ido.
Ya no galopa el viento
ni baten las olas,
y se han ido contigo
los pájaros, sujetando
tu sombra
que ya no me nombra.
Ya no ladran los perros
ni sale la luna,
ni cantan los grillos
ni susurran las hojas
temiendo que yo
olvide tu nombre.
Que triste está todo
si tu no me brillas,
ni me cantas,
ni me acaricias.
Que triste
estar sin otro latido,
sin otra mirada
sintiendo lo que yo miro,
que tristes mis versos
sin besar tu boca.
Consuelo
Junio 2012
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