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Hay veces en las que me exilian
a un subcontinente enmudecido
de aristas afiladas y
de silencios obligados.
Puedo llevarme solamente
el trino clandestino de mi mente
y un único bosque de cuatro árboles
que me dan seguridad y cobijo
bajo su segura presencia,
más allá de mi entendimiento
y de ese terrible desconcierto
de saberse tan sola
en una tierra de inciertos desiertos.
Consuelo
Abril 2013
No te exilies nunca, y si lo haces, llévate contigo a los que te seguimos.
ResponderEliminarQue sepas que no estás sola, aunque el desierto avance sin freno.
Este es un oasis de vida y poesía, de belleza y sentimiento, en el que podemos reposar y tomar agua y fuerzas para seguir nuestra travesía.
Creo que cada vez hay más oasis donde repostar. Aunque aún no sean suficientes...