No sé en que momento tropiezo en tu sílaba
y me caigo desmayada
en el sueño ingrávido
con el viejo dolor de todas mis vidas ...
Este no recogerme al vuelo
suavemente
en la palma de la mano
hiere como el filo
de una amenaza tardía....
No ablandan mis lágrimas
este instante que se enquista
y se vuelve mudo
y sordo
y ciego
y se hace un mundo
que no termina...
Cerraré los ojos
y contendré mis lágrimas
para construir estanques
donde puedan nadar
todos los cisnes negros.
Consuelo
abril 2013
Fabulosa poesía llena de profundidad y sentimiento. Hay mucha fuerza en esas palabras suaves y tiernas.
ResponderEliminarMe encanta tu poesía, Consuelo.
Un abrazo suave y tierno, pero con fuerza, como tu espléndida poesía, que dé un poco de color a esos cisnes...
Hay cierta belleza en este hacer y deshacer de la vida. Cierta belleza en los momentos hermosos y cierta belleza en los momentos más tristes... todo cambia y nada permanece, y esta gran verdad encierra en si misma una gran belleza también...
ResponderEliminarEs hermoso dejarse llevar como una pluma volando al viento, sabiendo que unas veces subes y otras estás más abajo... es hermoso llorar sabiendo que vas a reír y lo es reír sabiendo que tendrá un final...
Es la otra cara de lo impermanente. Y es bella como la noche que trae al día y como el día que trae la noche...
Abrazos.