He salido, envuelta y escondida
bajo el manto de la belleza,
para recorrer esta incipiente mañana
que nació sobre jirones
de espuma y de niebla plateada.
He paseado por su simetría perfecta,
por su distante elegancia
y me he llegado hasta su última esquina
muy cerquita del alba.
Y allí, elevada sobre la cima más alta
descubrí, que la armonía de mi presencia,
desplegaba el orden del Universo
y embelesada supe, que en aquel instante
se abría la curvatura del tiempo,
iniciada bajo mis senos
estelarmente sembrados
y que de ellos brotaban
los cielos, las montañas y los pájaros
que buscaban el sol de la mañana.
Amanecí al alba,
desnuda,
para regalarte esta mañana.
Consuelo
Abril 2012
Precioso. Gracias.
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