Yo ya estaba allí.
Antes de que el primer pensamiento
anidara en ella.
Luego vinieron las estaciones
y donde florecen las estrellas germinó la mente
que ignorante de mi, equivocó mi nombre
y se fue tras una sombra
llamándome.
Creció lentamente.
La fecundaron muchos pensamientos
mas ella, perdida en medio de la siembra,
continuaba su búsqueda,
pronunciando nombres
que no eran mi nombre.
Parió a su vez,
diminutos pensamientos
y se enredó con ellos.
Así fue avanzando la oscuridad,
mas en todos los reflejos
de las noches estrelladas
me buscaba asustada de sentirse tan sola,
equivocando todos los nombres
con los que me pronunciaba.
Yo simplemente la observaba.
Otros pensamientos vinieron,
bailaron con ella
y tras el último giro, también se fueron.
Cerró despacio los ojos,
esta vez, sin miedo.
En ese espacio infinito, sin dueño
supo guardar silencio
y descubrir un aire nuevo.
Fue así, como a través de los vientos
que mece el tiempo
se agitaron los velos de su ignorancia.
Entonces me oyó pronunciar su nombre
y dulcemente supo que siempre,
antes de todo antes,
y después de todo después,
yo había permanecido allí.
En ella.
Consuelo
marzo 2014
Precioso, como siempre.
ResponderEliminarEncontré esto navegando por ahí, y como ahora no tengo Face, te lo enlazo aquí.
Un bico grande, meniña.
https://www.youtube.com/watch?v=n5_w_bdouj8&feature=youtube_gdata_player
Graciñas, meu.
ResponderEliminarQuérote!