.
Pensar , por ejemplo,
que ha comenzado a atardecer
cuando a breves instantes de mí,
continúa irradiando su luz el sol.
O eso del norte y de la estrella polar,
cuando en esta pangea cósmica que habitamos
habrá al menos cien millones
de nortes distintos.
O decir, por ejemplo,
al entreabrir la puerta del horno,
que huele a manzana caliente,
a masa quebrada, a canela y a miel
cuando todo el universo puede oler
simplemente a tí.
Y que decir de la física y sus leyes,
que desconocen lo que es nadar
en la densa oscuridad de la tristeza
y de la soledad
para luego brincar como un pez alado
a océanos de luz cegadora de amor y paz.
Que inexactitudes todas
las de estas palabras mías
y que rebatibles son.
C
Abril 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario