.
Déjame mirarte así...
con los ojos cerrados
y mis dedos abiertos.
Déjame rozarte,
lentamente,
con esta piel imaginaria
mía.
Déjame respirarte,
sentirte mi latido
brotando alegre
en el centro de mi pecho.
Y en este silencio tan profundo
déjame llegarte,
transparente,
como la lluvia suave de enero
y vibrante, como luz clara de abril.
Seremos como infinitos copos de luz,
bailando juntos
la secreta danza de los átomos.
C
Abril 2017
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