En el centro de mi vientre
todavía gira el remolino
del que emanó la estrella primigenia
del que emanó la estrella primigenia
cuna de mundos desaparecidos.
Polvos de soles opuestos en galaxias lejanas
incendian mis iris
y viejas órbitas celestes
todavía circunnavegan
por el centro de mi mente.
por el centro de mi mente.
Por ello, en las noches aciagas de lunas impares,
al mordiente beso de voraces escorpiones
uno a uno, se van quebrando mis corazones
y van quedando al descubierto todos mis anhelos
donde se ceban sin freno
todas mis hambres milenarias.
Entonces yo debo volver la mirada al cielo
para perderme por sus secretos senderos,
a solas y a ciegas,
y retornar así al amado paraíso,
al vacío ingrávido y silencioso
del vientre que me dio la vida primera
justo antes del mordisco de mi primer anhelo.
Consuelo
Enero 2014
Precioso poema que nos devuelve a la conciencia cósmica, a los inicios.
ResponderEliminarQué bonita forma de expresar sentimientos tan profundos y vividos. Eres una maga de los sentimientos bellamente expresados.
Tú sí que eres poesía.
Desde aquí te mando un beso cósmico y un abrazo universal. Algo de polvo de mi estrella, que te ilumine un poquito más y te dé fuerzas para seguir creando estos maravillosos poemas llenos de cuerpo y alma.
Un abrazo Cazador.
ResponderEliminarGracias por tus pasos al lado de los míos. Por saber mirar en la misma dirección de cualquiera de mis miradas ... Gracias de corazón.