El espíritu del ser humano tiene dos moradas,
este mundo y el del más allá.
También existe una tercera:
la región de los que duermen y de los que sueñan.
Al descansar en esta,
que es la frontera entre las otras dos,
el espíritu del hombre
puede contemplar su ser aquí,
y en el otro mundo lejano.
Y, deambulando por allí,
observar detrás de los dolores y de las penas
y ver las alegrías del más allá.
Hasta encontrar su esencia.
Upanishad
No hay comentarios:
Publicar un comentario