Qué inusitada ligereza la del aire
aún llevando en su vientre las palabras perdidas
que en la brisa quedan como prendidas
y errantes
en busca de unos labios
donde rehacer su nido.
Qué ligereza me hace sentir
quedándome así
quieta y callada
enmudecida y distante
como una estatua de sal,
escuchando el bramido de los mares
que anhelando un cobijo se desmaya
como trazando espirales
sobre los alargados brazos del aire.
Y aún así, apenas sal disuelta y destruida
que distante, que perdida y que lejana
puedo sentirme
de todo puerto
de todo aire
mientras mi mirada busca
en la estrella de los mares que tanto braman
el nido
donde cobijar su anhelo.
C
Mayo 2018
aún llevando en su vientre las palabras perdidas
que en la brisa quedan como prendidas
y errantes
en busca de unos labios
donde rehacer su nido.
Qué ligereza me hace sentir
quedándome así
quieta y callada
enmudecida y distante
como una estatua de sal,
escuchando el bramido de los mares
que anhelando un cobijo se desmaya
como trazando espirales
sobre los alargados brazos del aire.
Y aún así, apenas sal disuelta y destruida
que distante, que perdida y que lejana
puedo sentirme
de todo puerto
de todo aire
mientras mi mirada busca
en la estrella de los mares que tanto braman
el nido
donde cobijar su anhelo.
C
Mayo 2018
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