A veces extraño el silencio
que hace resonar mis pasos
cuando mi cuerpo explora nuevos espacios.
Extraño el silencio
sin forma
que se acomoda a los latidos
de un corazón abierto
y habitado.
Extraño cosas raras
como mirarte muy callada
y perderme en tu mirada
desconocida
desamaestrada
y silvestre.
Y sentirme golondrina.
C
Marzo 2018
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