lunes, 12 de septiembre de 2016

ATLÁNTIDA



.
Frente a mí el océano
inmenso, poderoso,
eternamente subyugándome.

Yo, nadadora de aguas poco profundas
 desde mi pequeña charquita
-con agua tan insuficiente
que no puedo ni ahogarme-
lo observo,
y lo siento distante y ajeno.

Pero, tú sabes?

En las noches claras
cuando sube la luna
y se refleja en mis aguas
y brilla en mi cara,
cien mil ciudades sumergidas
emergen ante mí.

Y la charca se vuelve profunda
y giran las aguas a mi alrededor
y cien mil reyes emergen
y rinden sus reinos a mis pies.

C
Septiembre 2016







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