Me arrullan los sonidos del bosque
enmarcados por el frío y el silencio
con los que esta noche me envuelve.
El aire es afilado
como un acerado escalpelo
que va seccionando una a una,
las partes de mi cuerpo
las partes de mi cuerpo
hasta llegar al núcleo mismo de mi existencia.
Tirito,
abrazada a mi cuerpo,
y sé que no es por el frío,
es más bien una sensación de paz y bienestar
tan profunda que desplaza mis cimientos
y destrona mitos antiguos.
Tirito
esta noche
esta noche
desde el centro de mi corazón,
y cien fuegos me recorren
como si cien dedos ardientes
jugaran a encontrarse por el mapa de mis venas.
Y te siento cerca...
En esta noche de fuego y de hielo.
En esta noche de fuego y de hielo.
C
Diciembre 2018
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