Tras el sol amarillo
en soles azules brillabas
y en raudales de luz,
como candentes ríos de lava,
todos los cielos incendiabas.
Con todas tus voces
me ibas llamando,
mientras yo convertida
en un doble arco iris,
atentamente,
te iba escuchando ...
¿Podré contestarte ahora,
si lleno los cielos oscuros
con tres lunas llenas
y cientos de estrellas nuevas?
Consuelo
Agosto 2014
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