El alma sin deseos
ve lo oculto,
el alma que siempre desea
ve sólo lo que desea.
Lao Tse
(Tao Te Ching)
Hubo un tiempo en que fuí todas las palabras... luego me hice carne y habité entre vosotros. Desde entonces camino errante en busca de la Palabra Prometida, ésa que me fue destinada para reencarnarme en el Verbo y poseer nuevamente el don y la magia de todas las palabras.