Somos poco más que una caja de memorias ...
Brotan los recuerdos,
como alados peces plateados, que saltan ligeros y veloces
sobre el inmenso mar de nuestra existencia.
Por ello debemos cuidar cada momento
cada palabra, cada acción y cada pensamiento
para que sean la base de una memoria hermosa, alegre y feliz,
capaz de proporcionarnos un pasado que nos haga latir de felicidad y de belleza.
Así crearemos también la base de un futuro parecido.
Y así, como los peces alados destellan sobre el mar y retornan a él,
nuestros recuerdos aparecen y fugaces se van
igual que estrellas errantes
que realzan la noche por un instante y en ella desaparecen
dejando una estela de bienestar.
C
Agosto 2018
Memorias de un verano