LAS BRUMAS DE GALLAECIA

                                                 Cuenta una viejísima y olvidada leyenda

-hasta hoy jamás narrada-

que del corazón de la niebla

nacerá una espada

y que del corazón de la espada

nacerá el dios del fuego

y que de las entrañas del fuego

brotará su amada

la diosa divina del agua.

Cuenta la leyenda

que un día de niebla

bajo la noche estrellada

se encontrarán los amantes

en verdes tierras de brumas y aguas.

Y cuenta también
que quien los vea surgir
atravesará con ellos los misteriosos umbrales
que marcan el mundo
de los pobres mortales.

Quizá por eso 
os cuento mi historia
que habla de reinos antiguos
de espadas y nieblas
y de ardientes amores 
pero sobretodo de amores
que nunca en los tiempos estuvieron perdidos.

C

Diciembre 2017

SÚBITA COMPRENSIÓN

A veces hay momentos de comprensión súbita

donde nada se mueve

ni nada se altera.

Deliciosos instantes

en los que te sientes parte de todo lo existente.

Nada especial, nada excitante o anormal,

solo tú y la quietud

que te reconoce

donde dejas de ser tú

y eres parte del ciclo.

Sin principio.

Sin final.

Tú

eres la propia vida.

La única existencia.

C

Diciembre 2017

A todos esos maravillosos, entrañables y lejanísimos seres, anónimos visitantes que os adentráis en este pequeño lugar, a vosotros que habitáis a cientos o miles de km de mi hogar, que vivís quizá, hablando en otras lenguas diferentes a la mía, pero que sentís en el mismo idioma de los latidos de nuestros corazones, a vosotros que buscáis un significado que os acompañe, que os ayude a comprender lo que hay detrás de cada aliento, de cada latido y que vivís en permanente búsqueda ... a todos vosotros os deseo un feliz cierre de ciclo y una larga y exitosa vida, llena de cálidos alientos, de comprensiones perfectas, de amor y gratitud, una vida plena de sabiduría y de aciertos que os permitan vivirla dignamente, como ella se merece. Como vosotros os merecéis.

Con toda mi gratitud por los momentos compartidos.

Consuelo

SILENCIOSO REVERSO

En la espalda del tiempo
fueron talladas,
a fuerza de contraluces,
las únicas palabras
que podrían nombrarnos.

Más, 
en ese silencioso reverso
fueron pronto olvidadas
y ahora tu y yo
yacemos
en otros reinos antiguos,
alejados y divinos,
que nadie sabe nombrar.

En ellos
tu y yo
nos atesoramos
y en nosotros se atesora la luz de la vida
con la que solo unos pocos
aprenden a ver.

C
Diciembre 2017