lunes, 25 de septiembre de 2017

ESAS TARDES QUE NO SON DE NADIE


Lo sé.

Vendrán todas las aguas
a legitimar sus caudales
sobre mi vientre hambriento.

Vendrán una tarde cualquiera
a pedirme cuentas de todos mis naufragios
de mis islas secretas
y de sus escondidos tesoros.

Vendrán, disfrazadas de lluvia
y de melancolía
a golpear mis ventanales
justo, una tarde perdida
ni tuya ni mía.

Vendrán, lo sé.
Cuando vuelen las hojas al ras del suelo
y suene entre ellas una lenta melodía.

Una de esas tardes
que no son de nadie.

C
Septiembre 2017


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